Un espectáculo de danza formado por tres piezas diferentes, en las que el aislamiento social, la extrañeza ante los otros, el miedo o la sinrazón, pero también la diversidad sexual, la tolerancia y, en definitiva, la libertad son elementos fundamentales de su creación artística. Frente a todo ello, la resistencia de unos cuerpos disidentes.

LAURA LÓPEZ MUÑOZ: “Aquí el desierto ya no tiene ni principio ni fin”

Vanidosos y soberbios, con la empatía caducada. Desensibilizados por y para el mundo. Nos hemos querido aislados… la lejanía es un lugar que no involucra política ni moralmente.

Se ha propagado un peligroso desierto, la extrañeza ante los otros.

Quizás la solución a todo esto no sea buscar el horizonte, quizás ni siquiera haya una solución, sino sólo la transformación de la misma realidad. Un oasis de resistencia.

La humanidad a la deriva.